Hay noticias que nunca es agradable comentarlas, porque no es agradable que se produzcan.
Para mi esta es una de ellas, ya que como si no fuera bastante espeluznante las condiciones de vida que sufren millones de personas en el mundo, estas condiciones se ven afectadas y sin posibilidad de mejora por factores como el alza de los precios, la presión demográfica, el aumento del precio del petróleo...etc circunstancias que impiden un mejoramiento de estas pésimas condiciones que soportan millones de personas en el mundo.
Tales circunstancias se van a seguir produciendo, con lo cual la crisis alimentaria seguirá castigando a millones de personas que ven como su vida se queda condicionada por factores ajenos a ellos y que aunque en la teoría existen muchas propuestas de mejora, en la práctica pocas de estas se aplican o por lo menos de manera efectiva.
En este sistema económico injusto en el que estamos inmersos, el hambre cotiza en bolsa, los mercados controlan la vida de las personas y los gobiernos permanecen ajenos sin molestarse en intentar proteger el derecho a una vida justa que tenemos todos.
Lo dicho, vivimos en un mundo de grandes y graves injusticias.